MONTERREY, México, (AFP) – Una “batalla campal” al interior del penal Topo Chico, en Monterrey, dejó al menos 49 reos muertos y 12 heridos, después de que dos grupos de internos se enfrentaron en la madrugada del jueves con palos y navajas e incendiaron parte del centro.
Jaime Rodríguez, gobernador del Estado de Nuevo León, explicó que el motín se desató por una disputa por el control del penal y fue dominado una hora y media más tarde.
Inicialmente, el funcionario había dado un saldo de 52 hombres muertos y otros 12 heridos, cinco de ellos de gravedad, pero después precisó que sólo 49 cuerpos habían sido “identificados físicamente”.
Desde las primeras horas de la madrugada, decenas de familiares se apostaron a las puertas del penal, ubicado en una zona populosa de la tercera mayor ciudad de México, pidiendo a gritos información sobre los reos y lanzando piedras a los custodios.
El brutal motín, uno de los peores que se recuerda en México, se registró un día antes de que el papa Francisco inicie una visita de cinco días al país, durante la cual entrará en una cárcel en la fronteriza Ciudad Juárez, que durante años fue considerada una de las prisiones más violentas de América Latina.
Disputa por el “control” del penal
La “batalla campal” en el penal se desató por una disputa entre los grupos liderados por Jorge Iván Hernández Cantú, alias “El Credo”, y Juan Pedro Zaldívar Farías, alias “El Z-27”, dijo el gobernador Rodríguez. Ambos están vivos después del enfrentamiento.
El “Z-27” llegó a la cárcel de Topo Chico hace apenas dos meses trasladado de una prisión de Tamaulipas y aparentemente quiso quitar el “control” del penal a “El Credo”.
En el enfrentamiento, que aparentemente duró entre 30 y 40 minutos, varios reos prendieron fuego a las bodegas de víveres y usaron “armas punzocortantes, bates y palos”, dijo Rodríguez.
Sin embargo, el gobernador dijo que uno de los cuerpos presentaba un impacto de bala supuestamente porque uno de los custodios accionó su arma para defender a un grupo de mujeres que estaban dentro de la cárcel.
Rodríguez, que se convirtió en el primer gobernador independiente de México en octubre pasado, destacó que este es el penal más viejo de Nuevo León y padece una sobrepoblación “de casi el 100%”.
En total, la cárcel alberga a unos 3.800 reos y tiene 100 custodios.
El gobernador destacó que Topo Chico “es un penal que tiene un control muy complicado (…), son herencias de muchos años (producto) de una desatención muy fuerte del sistema penitenciario”.
Unos 40 reos fueron sacados del penal y trasladados a otro estado, mientras que efectivos del Ejército, la Marina y la Policía federal custodiaban la zona.
Sales niega responsabilidad federal
El titular de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS), Renato Sales Heredia, afirmó que “propiamente” no hay responsabilidad federal en los hechos violentos ocurridos la madrugada de este jueves en el penal de Topo Chico, en Nuevo León; así lo aseguró tras ser cuestionado directamente por los señalamientos de que la riña comenzó entre reos ingresados por delitos federales.
Entrevistado en el espacio de Joaquín López Dóriga, en Radio Fórmula, el funcionario federal señaló que la responsabilidad de un penal estatal es responsabilidad del gobierno estatal, aunque la Federación apoya en la capacitación.
El titular señaló que el enfrentamiento ocurrido en el penal de Topo Chico en Nuevo León, que dejó 49 muertos, se trató de una rencilla entre miembros de “Los Zetas”, uno de los líderes recién ingresado en noviembre del 2015 y el otro con algún tiempo en el penal.
Renato Sales señaló que la gresca fue por el autogobierno, por el control que tienen los criminales en el centro penitenciario.
Crisis en el sistema carcelario
Con 72 cárceles sobrepobladas en más del 20% de su capacidad y 28 de ellas incluso en más del 40%, el sistema penitenciario de México sufre una grave crisis, dijo el año pasado Ruth Villanueva, tercera visitadora de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
En febrero de 2012, 44 presos murieron y otros 30 escaparon de la cárcel de Apodaca, también en Nuevo León.
El sistema penitenciario mexicano quedó también en entredicho tras la fuga en julio pasado del ahora recapturado narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán.
A raíz de esa fuga, el presidente Enrique Peña Nieto -que ofreció sus condolencias por los “trágicos hechos” a través de Twitter- se comprometió a reformar el sistema carcelario aunque expertos creen que su promesa quedó evidentemente en entredicho.
Fuente: Por Esto!