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Devoción de mexicanos hacia el Papa Francisco

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img_1455339631_57301eb1e7d1b4a40773MEXICO, (apro/AP/SinEmbargo/El Universal).- La fe en el Papa Francisco movió a México y unió a los mexicanos. Empleados, desempleados, amas de casa, niñas bien, alumnas de escuelas públicas, jóvenes, ancianos y ambulantes se codearon en las vallas que se instalaron desde el Aeropuerto Internacional “Benito Juárez” hasta la Nunciatura Apostólica, donde el pontífice pernoctará los cinco días de su visita a tierra azteca.
“Estamos bendecidos por verlo”, decía Ana en una plática banquetera con un par de sacerdotes norteños que apoyaron el comentario y le pidieron a ella y sus acompañantes que compartieran esa bendición abrazando a sus hijos, a sus hermanos, a todos sus familiares.
“Se veía hermoso”, dijeron sobre el papa Francisco los fieles que lo vieron pasar en el Papamóvil en su primer recorrido por las calles tras su arribo a la Ciudad de México.
Con lágrimas en los ojos, la señora Guadalupe Hernández agradece que el Sumo Pontífice visitara tierras mexicanas.
“Lo vi y él me vio, es un sentimiento muy hermoso, valió la pena esperarlo con tanto frío”, dijo la mujer, mientras abrazaba una fotografía de Francisco.
Con celulares y linternas encendidas, la gente saludaba el paso de Francisco, el primer papa latinoamericano en la historia de la Iglesia católica.
Avenida Insurgentes fue cerrada a partir de las 4 de la tarde. Desde el eje 7 Sur Félix Cuevas ningún tipo de transporte pudo cruzar. Los convoyes del metrobús circulaban vacíos y la gente que caminó por las aceras avisaba a sus familiares que tardarían más en llegar a su destino porque les habían cerrado el camino.
En el trayecto la vendimia no paró. Playeras con la imagen del Papa Francisco a 130 pesos; banderas y calendarios a 20 pesos; camisetas a cien pesos. La medallita, las pulseras, la cruz pastoral, todo con la imagen del pontífice.
Con suma paciencia y una silla, la gente se sentó a esperar a que Francisco pasara en el Papamóvil para saludarlo. La temperatura comenzó a descender, pero eso no impidió que gritaran consignas, cantaran canciones, planearan con sus acompañantes a qué acto asistirían o si lo seguirían en los lugares públicos donde se presentará en la capital del país.
“¡Se ve, se siente, Francisco está presente!”, coreaba con insistencia un conjunto de señoras. Y así pasaron las horas. Grupos de chicas que estudian en escuelas religiosas y privadas o en escuelas de monjas cantaron los 16 temas musicales del disco promovido por Angélica Rivera, titulado “México se pinta de luz”, presentado ante la prensa el 25 de enero en el Hospital Infantil Federico Gómez, nosocomio que visitará el pontífice el domingo 14 de febrero, día del amor y la amistad.
Los coordinadores de las vallas, reconocidos por su chaleco verde fosforescente, también se encargaron de animar al gentío y organizar las porras: “¡El Papa Francisco, consigo trae a Cristo!”. Y cantaron “Cielito lindo”, la tradicional canción que compuso Quirino Mendoza en 1882.
La gente esperó pacientemente el paso del pontífice en medio de una noche fría. Por momentos coreaban “¡Se ve, se siente, el Papa está presente!”.
Laura Garcicrespo, de 41 años, estuvo esperando al Papa por más de ocho horas. Llevaba en la cabeza una mitra de cartón hecha por ella con la figura del papa. “El papa viene a abrazar a los que sufren, por eso elige estos lugares (Ciudad Juárez, Ecatepec, Morelia, Chiapas). Viene también a ponernos a trabajar para que estemos unidos y no desfallezcamos”.
“Esperemos que tenga el mismo carisma de Juan Pablo”, dijo Nallely López, un ama de casa de 26 años que llegó a ver el paso del papa cargando en brazos a su beba de cinco meses.
“Quisimos mucho a Juan Pablo y lo vimos pasar en varias ocasiones por estas calles, ahora queremos ver al primer papa latinoamericano visitándonos”, dijo Carlos García jubilado de 85 años. “México necesita mucho el mensaje del Papa”, señaló.
Las horas pasaban, pero no la paciencia. Un detalle llamó la atención: Grupo Banorte regaló cobijas azules con la imagen del Papa y la leyenda: “¡Pon fe, por esperanza, pon amor! Cobijando a los mexicanos”. Otro dato que no pasó desapercibido fue que para acercarse más a la Nunciatura Apostólica, “la casa del Papa”, se podía entrar solamente con boleto.
Afuera de la Nunciatura, cientos de personas aguardaban al pontífice, quien realiza su primera visita a México. Catequistas y jóvenes cantaban el “Cielito lindo”.
“Cambio en nuestros políticos no va a darse, quizás en la iglesia”, dijo Raymundo Olivares, desempleado de 67 años.
“Va a venir a hablarnos fuerte, en México hay muchos problemas económicos y de inseguridad; hay mucho egoísmo y él viene con un mensaje también de paz y esperanza, que necesitamos”, dijo Tania Vásquez, un ama de casa de 39 años oriunda de la capital y quien llegó con su hijo Carlos de seis años y otros familiares.
La media luna salió con la oscuridad de la noche, cuando alrededor de las siete y cuarto llegó el Papa Francisco al aeropuerto. Las señoras siguieron la transmisión desde sus Ipads o sus smartphones. Gritaban cada que los conductores de las transmisiones especiales narraban los pasos del pontífice hasta subirse al Papamóvil.
Cuando este acto se transmitió por televisión, la gente comenzó a salir de sus casas para esperar que pasara. Se repartieron estandartes de plástico con la leyenda: “Bienvenido SS Francisco”. La gente hizo una ola con sus manos. Estaban ahí, presentes, pero con dudas, como José, que preguntó a su esposa: “¿Toda esa gente que sale de trabajar a esta hora, cómo se va a mover?”. O Martha, que quiso saber: “¿Y quién pagó todo el viaje?”. Ninguno obtuvo respuesta de sus vecinos de ocasión.
A las 8:55 de la noche pasó un sonriente Papa. La comitiva circuló muy rápido. Fueron segundos llenos de gritos y aplausos. “¡Lo vimos! Estamos bien bendecidos por verlo”, y siguieron la recomendación del sacerdote: se fueron a sus casas a compartir la bendición.

Entre porras, gritos y mariachis
El Papa Francisco arribó la noche de este viernes al Hangar Presidencial del Aeropuerto de la Ciudad de México donde lo recibieron con música de mariachi y cientos de feligreses que aguardaban su espera.
En el Hangar, Francisco fue recibido por el Presidente de México Enrique Peña Nieto y su esposa, la Primera Dama Angélica Rivera Hurtado. Se prevé que el Jefe del Ejecutivo sostenga una reunión privada con el Pontífice que durará unos diez minutos.
Francisco tocó suelo mexicano alrededor de las 19:30 horas, donde la gente lo recibió entre gritos y porras: “Se ve, se siente, el Papa está presente”, y “Te queremos Papa”. Mientras en las tribunas, la gente comenzó a ondear las luces de sus celulares.
Momentos antes de que aterrizara el avión Alitalia, procedente de Cuba, en el AICM la música de mariachi y los bailes folclóricos aún continuaban en el escenario dispuesto en el hangar. Ahí se llevará a cabo también la ceremonia de recepción.
Desde hace horas, las personas que recibieron boleto para estar presentes durante el arribo del Pontífice, tomaron su lugar en las vallas instaladas en el hangar de la Presidencia, donde disfrutaron de diversas presentaciones de bailes típicos. Ahí, cientos de personas realizaron cánticos y lanzaron porras, Ahí un grupo de jóvenes gritaba: “Esta es la juventud del papa”.
En las inmediaciones del AICM también se concentraron decenas de personas para esperar la salida del Pontífice. También desde la tarde de este viernes, cientos de personas comenzaron a aglutinarse a un costado de las vialidades que el máximo represente de la Iglesia Católica recorrerá luego de abandonar el Hangar Presidencial, lo que será el primer recorrido que Francisco realice en la Ciudad de México.

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