Ciudad de México.- En Estados Unidos, donde las investigaciones no tienen tintes políticos ni electorales, la Red de Control de Crímenes Financieros del Departamento de Tesorería indaga sobre propiedades adquiridas con “prestanombres” o familiares, manejo de operaciones con recursos de procedencia ilícita y relaciones con el crimen organizado internacional de personajes de todo el mundo, e incluye a doce o trece gobernadores y exgobernadores mexicanos.
Preocupado por el dinero ilícito que fluye en bienes raíces de lujo, el Departamento de Tesorería dijo que “comenzaría la identificación y monitoreo de los compradores secretos de propiedades de alto nivel, que son propietarios fantasma”.
No es la primera vez que se habla de las propiedades en Estados Unidos de los exgobernadores Tomás Yarringtón y Eugenio Hernández, de Tamaulipas; Fidel Herrera, de Veracruz; José Murat, de Oaxaca, y sus hijos Lorena y Alejandro Murat, éste ultimo precandidato al Gobierno estatal, así como el detenido en Madrid, Rubén Moreira, exgobernador de Coahuila, entre otros.
Jennifer Shasky Calvery, de Tesorería, dijo que “la iniciativa comenzará en dos de los principales destinos de la nación para la riqueza mundial: Manhattan y el condado de Miami-Dade”.
Aunque precisó: “La Tesorería está buscando a los propietarios reales detrás de empresas fantasma, a menudo referidos como beneficiarios; no estamos buscando candidatos”, en clara referencia a los tintes políticos y electorales que pudieran darse a la
investigación.
Agregó que “mucho han servido las investigaciones periodísticas” y puso como ejemplo que “en Nueva York, el Times examinó una década de la propiedad en un complejo de condominios icónico cerca de Central Park, el Time Warner Center, y encontró un sinnúmero de propietarios ocultos que habían sido objeto de investigaciones gubernamentales.
“Entre ellos exsenadores rusos, un exgobernador de Colombia, un financiero británico y un empresario ligado al primer ministro de Malasia, que ahora está bajo
investigación.
“En Florida, el Times destapó un condominio en Boca Ratón, atado al principal funcionario de vivienda de México (Infonavit), quien recientemente dejó el cargo y ahora es un competidor principal de la oficina del gobernador en el Estado sureño de Oaxaca” (Versión Traducida).
Así, Estados Unidos va a monitorear a los compradores secretos de bienes raíces de lujo, “la iniciativa arrojará una luz en el rincón más oscuro del mercado inmobiliario: las compras en efectivo, realizadas por empresas fantasma que a menudo protegen las identidades de los compradores”.
Es la primera vez que el Gobierno federal ha exigido a las empresas de bienes raíces revelar los nombres detrás de las transacciones en efectivo y es probable que envíe escalofríos a través de esa industria que se ha beneficiado enormemente, en los últimos años, de un auge de la construcción cada vez más dependiente de ricos compradores secretos.
Se explicó que la iniciativa “es parte de un esfuerzo federal más amplio para aumentar el enfoque en el lavado de dinero en el sector inmobiliario”.
Los funcionarios del Departamento de Tesorería y cuerpos de seguridad federales están poniendo más recursos en la investigación de ventas de bienes raíces de lujo, que involucran empresas fantasma como sociedades de responsabilidad limitada, a menudo conocidas como LLCs, asociaciones y otras entidades.
Reconocieron que “los nuevos esfuerzos del Gobierno se inspiraron, en parte, en una serie en el The New York Times, que también examinó la creciente utilización de sociedades ficticias, mientras compradores extranjeros buscan cada vez más refugios seguros para su dinero en Estados Unidos.
El uso de empresas fantasmas en el sector inmobiliario es legal en EU y sociedades de responsabilidad limitada tienen una gama de usos no relacionados con la
secrecía.
Sin embargo, Shasky Calvery dijo que “su agencia había visto casos en los que hogares de millones de dólares se están utilizando como cajas de seguridad para ganancias mal habidas, en transacciones hechas opacas a través del uso de empresas fantasma
anónimas”.
Fuente: El Sol de Mexico