CHETUMAL, Quintana Roo.- Uno de los resultados de continuar con las recomendaciones emitidas por la Secretaría Estatal de Salud, el estado de Quintana Roo se encuentra entre los 5 estados con menos casos de hepatitis, con lo que se cumple con las recomendaciones emitidas por el gobernador, Roberto Borge Angulo de procurar una salud para todos declaró su titular el doctor Juan Ortegón Pacheco.
A nivel nacional se tiene el registro de 12 mil 43 casos siendo los estados más afectados, la Ciudad de México con 992 casos, Sinaloa con 930 y Jalisco con 836 casos, por lo que Quintana Roo con 117 casos se localiza en el lugar número 28.
Por lo que se le hace un llamado a la población para continuar con las recomendaciones emitidas por la Secretaría Estatal de Salud en lo que respecta al cuidado de su salud para evitar la transmisión de la hepatitis.
Es importante señalar que esta enfermedad puede presentarse por cuestiones fisiológicas, por algún problema de funcionamiento del órgano y, en algunas ocasiones, por el abuso de sustancias como el alcohol.
Anteriormente a estos enfermos se les mantenían alejados de los demás pacientes, ahora en la actualidad a las personas con este mal se les mantiene con buenas medidas higiénicas y una correcta dieta.
El Secretario Estatal de Salud reiteró que las medidas higiénicas son el principal escudo contra la enfermedad, por lo que es muy importante el lavado de manos antes de comer y después de ir al baño, y «esta práctica ayudará a prevenir enfermedades como la hepatitis y la influenza».
Es importante detallar que cuando se padece la hepatitis se presenta malestar general, fiebre, escalofríos, ausencia de apetito, náuseas, vómito y diarrea. Clínicamente, el paciente presenta un aroma bucal muy característico a dulce, se le conoce como aroma de manzanitas; además, adquiere color amarillo en la piel y en las conjuntivas.
Los virus más comunes son la Hepatitis A y C; La hepatitis tipo A, es una infección que se genera de manera principal en los niños y se presenta cuando estos tienen contacto con heces fecales.
El virus de la hepatitis C (VHC) causa infección aguda y crónica. Por lo general, la infección aguda es asintomática y muy raramente se asocia a una enfermedad potencialmente mortal. Aproximadamente un 15-45% de las personas infectadas eliminan el virus espontáneamente en un plazo de seis meses, sin necesidad de tratamiento alguno.
El virus de la hepatitis C se transmite por vía sanguínea. Generalmente se transmite al consumir drogas inyectables, mediante el uso compartido de material de inyección; En entornos sanitarios, debido a la reutilización o la esterilización inadecuada de equipo médico, especialmente jeringas y agujas.
La hepatitis C no se transmite a través de la leche materna, los alimentos o el agua, ni por contacto ocasional, por ejemplo, abrazos, besos y comidas o bebidas compartidas con una persona infectada.
En el tratamiento de la hepatitis las recomendaciones dietéticas están orientadas a cubrir las necesidades nutricionales del paciente, controlando al mismo tiempo la cantidad de proteínas que ingiere, ya que son necesarias para restaurar las células hepáticas dañadas, pero en exceso pueden favorecer la acumulación de desechos tóxicos si el hígado no es capaz de procesarlas adecuadamente.