Cancun.- La profesora de psicobiología en el Departamento de Psiquiatría de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, Bertha K. Madras, aseguró hoy que el cerebro de los adolescentes es más susceptible a las adicciones y destacó que los menores de 14 años que consumen algún tipo de droga ‘tienen 6 veces más posibilidades’ de convertirse en adictos que aquellos individuos que superan los 18 años.
En el marco del primer foro de debate nacional sobre el uso de la marihuana, celebrado en Cancún, la experta sostuvo que actualmente el plano científico comienza a aceptar que la adicción es una enfermedad cerebral y, por ende, debe tomarse en cuenta como parte de salud pública desde todos los sectores de la sociedad.
En torno al uso de la marihuana, la experta expuso que el consumo a largo plazo de marihuana (Cannabis) produce cambios notables y daños cerebrales en la región correspondiente a las funciones de memoria y aprendizaje.
Los daños de la marihuana fueron documentados con imágenes del cerebro realizadas con la última tecnología, y fueron más notorios en personas que comenzaban a consumirla a muy temprana edad.
De acuerdo a la investigación científica, hay períodos de la vida del ser humano que son más críticos para el desarrollo cerebral y en esa edad es más vulnerable al daño de la marihuana.
“Nuestros resultados sugieren que a largo plazo el consumo de la cannabis es perjudicial para la materia blanca del cerebro en desarrollo. Esto fue especialmente cierto para aquellos que se habían iniciado en la adolescencia, como sabemos que el cerebro todavía se está desarrollando durante este tiempo”, confirmó la profesora durante su ponencia.
Los disturbios que se comprueban con las imágenes indican que se producen a nivel de la conectividad, especialmente en las fibras del hipocampo y las fibras de las comisuras, que corresponden a la zona de la memoria y aprendizaje.
Estas perturbaciones “pueden ser la base del deterioro de la memoria y otros déficits cognitivos que se observan a largo plazo en los consumidores de cannabis”, agregó la ponente.
Son numerosos los trastornos asociados al deterioro de la sustancia blanca, entre ellos, la esquizofrenia.
Desde su punto de vista, el tratamiento de adicciones, debe ser apoyado con distintos programas desde los institutos, las universidades y los diferentes lugares de trabajo, así como en los hogares.
Además, indicó que los médicos deberían controlar de forma universal y rutinaria a sus pacientes menores de edad para comprobar que no consumen drogas.
También en el marco del tratamiento, la profesora manifestó que resulta más difícil tratar a personas con problemas psiquiátricos, predispuestos genéticamente, con antecedentes familiares o procedentes de hogares desestructurados. Estos pueden ser la causa de recaídas constantes en el proceso de recuperación de pacientes.
La experta apuntó la necesidad de compromiso por parte de las familias y aseguró que si los padres y madres se muestran fuertes contra la droga y refuerzan su discurso con el ejemplo, la posibilidad de que sus hijos consuman puede descender hasta cinco veces.
Además, aconsejó esforzarse en la programación de actividades extraescolares y de ocio para los jóvenes como alternativa al consumo.
Fuente: Por Esto!