Hace una semana, una paciente de nombre Alma Rosa Andrade sufrió un accidente, por lo que ingresó al Hospital General de Chetumal, en donde ha vivido un calvario debido a la falta de empatía del personal médico que ahí labora.
Y es que la paciente sufrió una fractura de cráneo, lo que le ha provocado la migración de líquido cefalorraquídeo, por lo que requiere de una atención especial.
Sin embargo, los médicos quieren darle de alta y mandarla a su casa aun cuando este tipo de casos requiere de reposo absoluto y cuidados médicos especiales y constantes.
La responsabilidad del neurocirujano que labora en el hospital general y que parece solo va de visita, pues sus revisiones son esporádicas y muy rápidas. Esto afecta a los pacientes, pues ante un mal análisis de diagnóstico, los internos no reciben la atención adecuada.
En un caso como el de Alma Rosa, los pacientes con fugas de líquido cefalorraquídeo deben tener reposo en cama; además, se les debe suministrar antibiótico profilaxis, además de aplicar vacuna contra neumococo por el riesgo de meningitis.
Sin embargo, pese a fuertes dolores que padece, la paciente solamente está recibiendo paracetamol.
¿Qué está pasando con el servicio de salud en la capital? Va de mal en peor; la mala atención y falta de empatía del personal médico cada día van al alza. ¿Dónde está el director de este nosocomio? ¿ Dónde está el secretario de salud? Los ciudadanos acuden para salvar su vida, pero por el contrario se topan con un panorama poco alentador.
Es común ver a pacientes en los pasillos, en las sillas y a las afueras esperando por atención, mientras el hospital general es rebasado por la demanda de pacientes. No hay camas disponibles, no hay medicamentos ni insumos para los enfermeros; los pacientes deben comprar sus propias cosas.
¿Hasta cuándo el servicio de salud seguirá siendo un tormento para la ciudadanía?