SUBTENIENTE LÓPEZ, OTHÓN P. BLANCO.- Las actividades cotidianas se restablecieron en la comunidad fronteriza de Subteniente López, ubicada junto al río Hondo, tras dos días de tensión y bloqueos carreteros para demandar el retiro del retén que la Secretaría de Marina-Armada de México tuvo junto al paso a desnivel hacia la aduana Chactemal durante dos meses.
Los servicios educativos y de salud retomaron actividades, mientras que los habitantes regresaron a su casi nula actividad económica por el abandono de las autoridades a esta localidad ubicada en el límite entre Belice y México.
Tras las molestia causada por la intensificación de las revisiones a vehículos en el retén de la Armada de México en las últimas dos semanas, que además de causar demoras a los visitantes de la Zona Libre de Belice y afectar las actividades económicas de los pocos comercios de la comunidad, resultaba un obstáculo más al contrabando de mercancías que se da en esta frontera, este viernes el poblado fue retomando la calma.
Aún siguen generando tensión cuando circulan por las calles unidades de la Secretaría de Marina, pues se genera expectativa y alerta por los presentes, sobre todo de los fayuqueros “hormiga” y trabajadores de contrabandistas de cigarros, que temen represalias por los bloqueos realizados contra el retén, sobre todo luego de que en la madrugada del jueves se realizó el cateo de una casa de la población.
No obstante, no se efectuaron acciones que pudieran generar nueva tensión en la localidad, pero tampoco se vio actividad de los fayuqueros “hormiga” que comúnmente transitan por el puente internacional “acarreando” mercancía importada desde la Zona Libre de Belice.
En Subteniente López, las calles lucen semidesérticas, casi no hay movimiento de vehículos; no se observan camiones de turismo, tan sólo unas cuantas personas cruzan el puente internacional Subteniente López a pie.
En el parque, tan sólo unas personas mayores atienden una tienda, en la que mencionan que hay días en las que no venden un solo artículo, porque no hay acciones que de gobierno estimulen la economía y el empleo.
Don Mario y don Aristeo comparten que, a raíz de la apertura del segundo puente internacional, la economía del poblado se fue al traste, y se acentuó el abandono de las autoridades que han dejado que crezca el empobrecimiento de esta localidad fronteriza.
Manifiestan que sólo la avenida principal está en buenas condiciones, al interior del poblado están deshechas, y que las autoridades han aprovechado la lejanía de este punto para simular que invierten mucho más de lo que realmente se construye, y las empresas abandonan los trabajos.
Asimismo, consideran que muy poco se hace en la iluminación, pues el alumbrado público es mínimo, dejando a un poblado en penumbras todas las noches.
Exponen la necesidad de que no sea una frontera olvidada y que se generen fuentes de empleo, pues la población lo necesita, siendo que últimamente sólo ha habido despidos, por las tiendas que cierran sus cortinas por la raquítica actividad comercial.
Otras fuentes refirieron que es por estos factores que los miembros de gran número de familias no tienen otra alternativa que trabajar en el paso de mercancía desde la zona libre de Corozal hacia territorio mexicano, ya sea prestándose como fayuqueros “hormiga” para los visitantes que llegan o empleándose con los contrabandistas de cigarros que tienen su centro de distribución en el paraíso fiscal de Belice.
Sin embargo, la regulación al respecto y el poco dinero que reciben por éste trabajo que reciben los pasadores “hormiga” no les alcanza para lo más elemental.
Fuente: Por Esto!