CHETUMAL, Q. Roo.- El Congreso del Estado de Quintana Roo se sumó a la propuesta de iniciativa para reformar las leyes del campo mexicano, realizada por el Congreso del Estado de Michoacán en días pasados y que propone al Ejecutivo Federal, Enrique Peña Nieto, ocho diferentes ejes de trabajo.
Octavio Rangel Arechiga, diputado presidente de la Comisión de Asuntos Agropecuarios y Pesqueros de la XIV Legislatura, señaló que se reunieron con autoridades de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) para analizar el potencial del campo quintanarroense y poder emitir alguna iniciativa propia.
“Nos dieron a conocer los diferentes avances y trabajos que se han realizado en la entidad, debido a que el Congreso de Michoacán presentó un punto de acuerdo en donde le hace algunos propuestas al Ejecutivo para una reforma de ley destinada a la transformación del campo mexicano y para ello necesitaba la aprobación de los congresos de los estados y nos llega al congreso local, por lo que estudiamos las propuestas y aprobamos que eran viables para la entidad” expresó el entrevistado.
Detalló que en base al apoyo que se le dio a la iniciativa del congreso del estado de Michoacán, la Sagarpa invitó a los legisladores de la comisión de asuntos agropecuarios para informarles sobre el panorama que tiene la entidad y sobre los esquemas que pudieran fortalecerse en un futuro.
Propuestas
Por su parte, César Armando Rosales Cancino, delegado de la Sagarpa en Quintana Roo, explicó que parte de las propuestas realizadas por el congreso de Michoacán son:
Por razones económicas, sociales culturales y políticas el campo debe tener las más elevada prioridad nacional en soberanía y seguridad alimentaria; adecuar las diferentes disposiciones legales, constitucionales y reglamentarias, para proteger y fortalecer las formas históricas de tenencia de la tierra.
Además establecer una reingeniería de la administración pública para el campo que permita incorporar el conocimiento y la experiencia campesina. Así mismo, hacer obligatoria la planeación del desarrollo agropecuario y forestal por ciclos de producción anuales y de largo plazo, con metas y concurrencias, que permitan evaluar y corregir resultados; entre otras.
Fuente: Edgardo Rodríguez/SIPSE