CASA DEL ESTUDIANTE INDIGENA UN «ELEFANTE BLANCO» MÁS

MAS DE 12 MILLONES DE PESOS «TIRADOS A LA BASURA»

Fue en el mes de noviembre del 2018 cuando el rector de la UQROO Ángel Rivero Palomo, inauguraba la Casa del Universitario Indígena “Ya´axche” (Ceiba, en lengua maya) en la colonia del Bosque justo enfrente de la Universidad de Quintana Roo, con una inversión federal por 12 millones 354 mil pesos.

Cabe recordar que esta obra se construyó luego del pleito que se generó entre la UQROO y el CBTIS 214 por la posesión de este predio, en es momento hubo manifestaciones de inconformidad, pero finalmente la UQROO “ganó” y se construyó el edificio, mismo que hasta ahora nadie ha usado.

En las imágenes se puede apreciar como esta edificación luce totalmente abandonada y la inversión de más de 12 millones de pesos cada día se ve más perdida. Resulta lamentable e inaceptable que un lugar que en una primera etapa albergaría a 100 jóvenes provenientes de comunidades indígenas ofreciéndoles hospedaje digno, alimentación balanceada y productos de higiene personal, hoy en día a más de 3 años de su inauguración no se le haya dado uso y hoy luzca instalaciones abandonadas y saqueadas.

Y es que los “amantes de lo ajeno” se han llevado desde tinacos, tuberías y cableados, además de que la maleza cada día crece más y la construcción a falta de uso cada día se deteriora más.

Es una pena que por la falta de responsabilidad de algunos un espacio que pudiera servir de mucha ayuda para los jóvenes estudiantes, se haya convertido en un elefante más en nuestra capital. Este edificio fue heredado por Ángel Rivero Palomo que por más que peleo el terreno, una vez que lo obtuvo y se construyó, en la inauguración posó para foto pero nunca se le dio el debido uso, y el actual rector Francisco López Mena Tampoco ha hecho nada.

Mientras tanto vecinos de la colonia Del Bosque, donde se ubica la Casa del Universitario, han manifestado su preocupación por la falta de uso de las instalaciones que se han convertido en punto de atracción de algunas personas que entran a dormir, y temen que se vuelva un punto de reunión para delincuentes.