¿PISO PAREJO, O LA BALANZA SE INCLINA DE UN LADO?
La batalla de Taxistas vs Uber parece no terminar, y lo que en un inicio parecía ser un “pleito” entre dos bandos, ha ido escalando, generando otro tipo de problemas y disturbios a su alrededor.
De las palabras, de pronto se pasó al contacto físico y los golpes, y ahora sin importar el lugar en el que se encuentran o si alguna o ambas partes llevan pasaje consigo. Turistas y locales han evidenciado en redes la manera en la que los taxistas se van con todo en contra de los conductores de Uber, liándose a golpes afuera de plazas, en carreteras y avenidas, sin importarles el caos y la alteración al orden público que generan.
Y es que no se trata de apoyar a un grupo ni satanizar a otro, aquí de lo que se trata es de que las autoridades competentes verdaderamente se pongan a trabajar y establezcan lineamientos equitativos para ambas partes. La competencia siempre es buena, pues incentiva a mejorar los servicios, pero las condiciones deben ser las mismas para no caer en una competencia desleal.
Desde un inicio los operadores de taxis rechazaron categóricamente la entrada de Uber al estado, líderes sindicales señalaban que no podían hacer mucho para impedir la entrada de una nueva modalidad de transporte “de plataforma”, pero pedían piso parejo para todos.
No podemos dejar a un lado que gran parte de la inconformidad de los taxistas es el que poco a poco se va perdiendo el “monopolio” al haber nuevas opciones de transporte, pero también hay que decir que tienen varios puntos a su favor, pues quienes son dueños de placas (concesión) algunos esperaron años para les toque una y poder trabajar, otro desembolsaron una buena lana para comprarse una, los que pertenecen a los sindicatos deben pagar sus cuotas mes con mes; por otro lado están quienes rentan placas para poder trabajar y mes a mes también deben pagar rentas altas, quienes son “martillos” trabajan como “ayudantes” por un turno o turno y medio y deben pagar al dueño la conocida “liquidación” esta es diaria, entonces deben trabajar para sacar lo de la liquidación y su gasolina para después las horas que les quedan sacar su “ganancia”, y con tarifas que regula la autoridad no los sindicatos ni los choferes. Sin mencionar que también los socios concesionarios tienen que pagar sus impuestos al SAT.
La historia del otro lado, digamos que es mucho más sencilla si cuentas con licencia de conducir, una identificación, un vehículo (de modelo reciente) con seguro activo, datos fiscales vigentes y, al obtener una certificación de seguridad, ya puedes ofrecer el servicio de transporte a la hora que desees, las horas que desees, con precios establecidos por la aplicación y sujetos a cambio dependiendo de la demanda. De la ganancia, pues, la plataforma descuenta un porcentaje por viaje a los conductores, pero aun así es un beneficio para ellos, pues no pagan cuotas a algún sindicato.
Por este tipo de detalles es que los taxistas exigen piso parejo; no se trata solo de un capricho o egoísmo. Claro que sienten dura la competencia, pero ya vimos que no es simplemente la “pelea” por un pasaje más o un pasaje menos; la batalla es porque las autoridades, en este caso en IMOVEQROO, regulen la manera de trabajar de ambos grupos y se lleguen a acuerdos en donde las condiciones sean igualitarias.
Ya la calidad del servicio que ofrecen, la limpieza de las unidades, el trato a los pasajeros y demás detalles referentes al servicio de los taxistas y de urbe, eso es asunto de cada grupo y en eso sí son los usuarios los que, dependiendo del servicio, elegirán cuál utilizar.