No ha ganado “seguidores” pero si de comentarios negativos respecto a su “trabajo” hablamos, de esos ha ganado una innumerable lista.
Y es que Digo Castañón continua siendo un extraño para muchos tulumnenses sobre todo para aquellos de las comunidades, y quienes sí lo conocen lo catalogan como un personaje oportunista, que lo único que busca es el seguir llenando sus bolsillos aprovechándose del poder que le da el haber quedado como el mandamás de Tulum.
Preocupado más por seguir haciendo fortuna, Digo Castaño tiene a Tulum hundiéndose en la inseguridad y la delincuencia, pero aun así sigue intentando hacer méritos para “convencer” de que él es la mejor opción para seguir gobernando Tulum, pero para su mala suerte la gente ya abrió los ojos y la total desconfianza de la ciudadanía se la ha ganado a pulso.
Pues para muchos no es más que un “junior”, disfrazado de “líder social” que mantiene una vida llena de lujos, confort, comodidades y viajes, mientras a Tulum lo mantiene en deplorables condiciones.
“Dieguito” solo la cajetea una y otra vez con “increíbles” ¡ideotas!, será que quienes lo rodean son sus amigos de verdad o disfrutan de sus fracasos. Dieguito sueña con la reelección pero sus acciones hacen que ese sueño se vea cada vez más frustrado.